El dato preliminar del índice de manufactura PMI de S&P Global de los Estados Unidos, cayó a 47 en agosto de 2023 desde 49 en julio, quedando por debajo de las expectativas del mercado, que eran de 49.3 según datos preliminares. Esta última lectura indicó una marcada deterioración en las condiciones operativas a mitad del tercer trimestre. Esta disminución representa la segunda caída más pronunciada desde enero, siendo impulsada principalmente por una nueva reducción en la producción y una caída más acentuada en los nuevos pedidos. La disminución en las ventas condujo a que los fabricantes recortaran sus operaciones, lo que resultó en una reducción más rápida en la adquisición de insumos. La significativa caída en la actividad de compra reflejó una menor necesidad de almacenar tanto materias primas como productos terminados, lo que llevó a una ulterior disminución en los inventarios de manufactura. A pesar de la menor demanda, el rendimiento de los proveedores mejoró, aunque en la menor medida desde febrero. Algunas compañías notaron que la escasez de conductores en los proveedores obstaculizó los esfuerzos por acortar los tiempos de entrega, lo que contribuyó a esta mejora.
Por su lado, el preliminar del índice PMI de Servicios, disminuyó a 51 en agosto, desde 52.3 en el mes anterior, quedando por debajo de las expectativas del mercado que eran de 52.2. Esto refleja la expansión más lenta en el sector de servicios estadounidense en seis meses. Las tasas de interés elevadas y las presiones inflacionarias generalizadas tuvieron un impacto en el gasto de los consumidores, lo que llevó a los proveedores de servicios a reportar la mayor caída en nuevos negocios desde el comienzo del año. Estos acontecimientos fueron suficientes para ejercer presión sobre la actividad empresarial, desacelerándola al ritmo más bajo en seis meses, aunque se mantuvo en terreno positivo debido a una liquidación más rápida de trabajos incompletos. Mientras tanto, la baja demanda de nuevos negocios llevó a los proveedores de servicios a restringir el crecimiento del empleo. Además, el crecimiento en los precios de los insumos se aceleró en este período debido a que los mayores costos salariales continuaron elevando los gastos. No obstante, la competencia intensificada limitó la transferencia de estos aumentos de costos a los precios de los productos finales. Sin embargo, la confianza empresarial mejoró para las compañías en agosto, respaldada por las esperanzas de una mayor demanda por parte de los clientes a medida que las tasas de interés se acercan a su punto máximo.
Nuestro análisis indica que la demanda está mostrando una creciente falta de energía ante los altos precios y el aumento de las tasas de interés. La consecuente disminución en los nuevos pedidos recibidos por las empresas en agosto podría llevar a que la producción se contraiga en septiembre, ya que las empresas ajustan su capacidad operativa de acuerdo con el deterioro en el entorno de demanda. La contratación también podría pronto transformarse en una reducción de puestos de trabajo en los próximos meses, después de un estancamiento casi completo del empleo en agosto.
En este contexto el mercado especula que la FED podría mostrar un tono mas laxo en su próxima reunión, pero esta hipótesis de algunos participantes de mercado contrasta con los últimos datos de precios de entrada o costos, los que indican que tanto los precios de energía, salarios y costos de materiales se han incrementado fuerte en los últimos meses.
Esto colocará una presión extra a la FED para no entrar en un ciclo de expansión monetaria nuevamente, y por ende, si bien es probable que estemos a punto o en la tasa máxima de política monetaria en EEUU, es difícil ver la otra cara de la moneda al menos en 2023.
Volviendo al empleo, como hemos reportado en este mismo blog varias veces, la creación de empleos en EEUU ha estado soportada en mayor medida por el sector de servicios de ese país y lo mismo ocurre con varias economías desarrolladas. Dentro de esto, podemos evidenciar una desaceleración de bastante acentuada del sector servicios para agosto, y lo mismo es cierto para varias economías desarrolladas, lo que nos lleva a pensar que el empleo debería a comenzar a caer fuerte desde aquí a fin de año, y por lo tanto, los resultados empresariales o proyecciones de estos se contraerán fuerte en ese mismo periodo de tiempo.
Por esto mismo, pensamos que la especulación de una FED más laxa mantiene a los activos de riesgo en una sobrevaloración importante, dado que si bien la inflación bajará de aquí a fin de año, también lo harán los resultados empresariales y por otro lado, la política monetaria laxa que vendrá luego de eso, al igual que en el ciclo restrictivo, no tendrá efectos inmediatos en la economía.